lunes, 27 de septiembre de 2010

CAMBIO DE LETRA-SEMANA 5


En la actualidad, son cada vez más recurrentes
las modificaciones–vía adendas– realizadas
en los contratos de concesiónde infraestructura que
firma el Estado; ya que no existe temor a las letras
pequeñas en estos tipo de contratos, porque
las cláusulas incómodas si se pueden cambiar.

Algunas voces ya advierten que con estos agregados, el sectorpúblico no siempre se benefician.Por ejemplo,
el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) manifestó durante el 2009 la firma de 11 adendas
en 7 contratos de su sector; lo cual es inusual y llama la atención.
El equilibrio económico-financiero, el respeto del factor de competencia y los plazos, son elementos que, no deberían variar en una concesión, a fin de que las renegociaciones no le saquen la vuelta al Estado.

Pero, ¿cómo se mantiene el equilibrio en casos como el de la carretera IIRSA Sur, cuyo presupuesto cofinanciado por el Gobierno se duplicó? Sergio Nogueira, director de contratos de Odebrecht,explica que las adendas no incidieron en el presupuesto de la obra, pues desde un
inició el contrato estipuló que el Estado asumiría el riesgo en caso de requerirse mayores inversiones.Sobre lo dicho, Guasch manifiesta que se debió repartir mejor el riesgo entre el Estado y el sector privado.

Por otro lado, Carlos Núñez, socio del estudio Pizarro, Botto & Escobar, considera que en tanto las concesiones son compromisos a largo plazo, son susceptibles de ajustes. Asimismo, otro especialista en la materia René Cornejo, catedrático de ESÁN y ex director ejecutivo de Pro Inversión, precisa que las renegociaciones son habituales y necesarias en todo el mundo, pero que “en la medida en que haya más experiencia, se van a ir reduciendo”.
Aunque hay muchas versiones discordantes que consideran que en los próximos años vendrán más adendas por algunas conductas estratégicas.

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